Cada año, millones de personas en todo el mundo enfrentan la devastadora realidad del suicidio, una problemática que va más allá de los números y alcanza a familias, comunidades y sociedades enteras. El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que busca crear conciencia y promover acciones que puedan salvar vidas.

El suicidio es una de las principales causas de muerte a nivel global, especialmente entre jóvenes y adultos en edad productiva. Según datos de la OMS, cerca de 700,000 personas fallecen por esta causa cada año, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos. Estas cifras reflejan la importancia de abordar de manera integral los factores que contribuyen a esta problemática, incluyendo problemas de salud mental, el consumo de sustancias, el aislamiento social y la falta de acceso a servicios de asistencia.

El lema de este año, "Construyamos esperanza a través de la acción", invita a diferentes actores sociales a tomar medidas concretas. Desde políticas públicas que mejoren la detección temprana y el tratamiento de trastornos mentales, hasta campañas que reduzcan el estigma asociado a la búsqueda de ayuda. La contribución de docentes, familiares, profesionales de la salud y de la comunidad en general resulta fundamental para crear ambientes seguros y de apoyo.

Además, el Día Mundial para la Prevención del Suicidio resalta la importancia de promover la sensibilización y la educación en torno a los signos de advertencia, así como fomentar una cultura de apertura para hablar sobre estos temas sin temor al juicio.

La prevención del suicidio requiere un compromiso global e individual. Cada acción, por pequeña que parezca, puede marcar la diferencia en la vida de alguien. Hugo, joven que sobrevivió a un intento de suicidio, comparte su experiencia: "Reconocer que no estás solo y que hay ayuda posible fue crucial para darme una oportunidad de seguir adelante". Sus palabras reflejan la importancia de la empatía y el acceso a redes de apoyo que puedan brindar esperanza en los momentos más oscuros.

Mientras la humanidad conmemora este día, la reflexión y la acción son fundamentales para reducir las tasas de suicidio y ofrecer una vida digna y llena de esperanza a quienes más lo necesitan. La salud mental y el bienestar emocional no son un lujo, sino un derecho esencial de todos.

By Gabriela Torres